Alta energía: el polvo de azúcar es explosivo
Por otro lado, en la producción de azúcar y en el procesamiento de alimentos, este alto contenido de energía puede ser extremadamente dañino, ya que significa que el polvo de azúcar es inflamable en combinación con el aire. Se aplica el siguiente principio: cuanto más fino es el polvo que se mezcla con el aire ambiente, mayor es el riesgo de explosión. Por esta razón, la aspiración y la succión del polvo explosivo es uno de los procesos necesarios en el procesamiento del azúcar.
En este contexto, se aplica el siguiente principio: lo mejor es succionarlo directamente en el punto de origen, por supuesto con un sistema de succión que cumpla con los requisitos de protección contra explosiones de polvo. Según la cantidad de polvo y el tamaño de las partículas, puede ser recomendable
utilizar un separador húmedo, que aglutina el polvo de azúcar inflamable en un medio líquido para neutralizar su potencial explosivo.
Difícil: el polvo de azúcar húmedo es pegajoso
Cuando el azúcar se introduce, por ejemplo, en marmitas de cocción, como es el caso en la producción de mermeladas o en la preparación de yogur de frutas, surge un segundo desafío: el polvo de azúcar cargado de vapor o humedad es extremadamente pegajoso. Esta es una de las razones por las que la succión en el punto de origen es la mejor forma de eliminar el polvo de azúcar del entorno de producción.